31.1.06

La tele o yo

El saludo cariñoso, con apretón de manos y amplia sonrisa, para reflejar naturalidad, mostrar que soy un hombre feliz, que a nada temo. El imita, sólo imita, y me guía, por un laberinto de espejos en donde sólo yo no puedo verme. Estoy bajo la atenta mirada de mil desconocidos ocultos tras cien murallas: anónimos escritores narran mi historia y realizan mi vida; más de un asesino imaginará mi muerte, olerá mis sangres. Mil luces me han dejado ciego, también mi mente ha sido trucada con imágenes de colores fuertes y formas geométricas que se envuelven en si mismas y nunca terminan. Ahora todos ellos me conjugan en un único verbo. Es este el escenario de mis temores: me rodean los monstruos de mi mente y amenazan cada una de mis palabras, en el fondo mis mentiras están escritas sobre gigantes fotografías, esperando atentas la inevitable contradicción, aca, en el centro de este gran círculo, el hombre sin mirada interroga mis vidas, escarba mi mente buscando aquello que todos quieren oír. No se aceptará nada más que una respuesta simple, acotada, e hipnotizado no puedo sino ceder (por las fuerzas del aplauso y el fingido interés de un dibujado público) y moldeo mis textos para que todos puedan entenderlos. Voy y vengo, aquí me desfiguro, me quiebro entero, traición, traición, traición: "¿Qué es para ti el amor?", "¿El amor, para mi?, el amor para mí no sólo es indefinible, sino que es lo indefinible en sí, aquel velo de esencia pura que cubre los mantos de una supuesta realidad desnuda, y que en sus pliegues dibuja toda mirada y palabra y mundo. Es el espejo del todo, el vacío más profundo que contiene al infinito..." respondería, si pudiera por un segundo interrumpir este constante murmurear que me ha tomado prisionero.

2 comentarios:

yole dijo...

Agradecido por tu visita...
Muchas veces quedamos prisioneros de nosotros mismos y no es fácil curarse de ello.
Saludos.

Alvaro dijo...

gracias por tus palabras. Aunque la pena es grande, también la confianza de que el dolor pasa y que la vida trae adosada a la muerte nos acompaña. Saludos.