11.1.06

Ola.

De cuando en cuando una ola surge y crece y hay que saltar o si ya chocó me sumerjo. Quizás ir a parar al fondo y ensalzar un poco los interiores porque esa ola era grande o es que estaba mirando las arenas. Cuando de ningún lado la vi nacer, a ella, que venía brillando por un sol que la rosaba, y que se caía pero no, que se mantenía, y mientras jugaba me miró fijo y me dejó ahí paralizado, como cual serpiente, y me mostró sus ojos y me tomó en brazos, y que me atravesó entero, separándome, como en cada poro una manguera que me desmembraba. Vino a terminar con todo, porque se llevo al cielo y a las aguas, se llevó al tiempo, tan fuerte gritó que me dejó mudo, y nos acompañamos unidos, nos besamos profundos, en amor absoluto fuimos un segundo y ella me mostró la mar extensa y yo me dejé ser de celeste a negro. Desperté tendido en la arena acompañando a las jaleas, ella me hacía cariño y se despide, dejandome claro que allá ella y aquí yo, y que si no, mucha sal y mucha agua.

3 comentarios:

yole dijo...

Agradezco tu visita a mi ventana, pero siento que te diera hambre.
Saludos.

El cuartoscuro dijo...

Holaaaa, como estas genial tu escrito un besote amigoooooo

Agüitaperra dijo...

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡que nostalgiaaaaaaaaa!!!!!!!!!! HOLA NICO, andaba por ahí...en una especie de ...¿respirador artificial?