8.3.06

Volver.

Volver a buscar los vapores húmedos despedidos por los maicillos en otoño, y caer perdido en el obvio laberinto de las parras ya maduras. Quiero entrar en los pasillos de maderas frías y soñar con olas infinitas que abrazan las alfombras y nos llevan a volar. Dibujar por última vez aquellos mapas ilusorios, y perderse en las imágenes infinitas de libros nunca escritos. Barrer las arenas con pequeñas escobillas y en el fondo húmedo encontrar gotas cristalinas de un mar que ya no existe; seguir la excavación y revelar aquellos huesos de seres de grafito, e imaginar que vuelan y soñar todas sus muertes. Recogerse entero para ser denuevo poco, como una bola compacta que rueda por escaleras de mil curvas, como plumas que caen dando curvas desde los cielos más altos, y así ignorar la muerte y reirse de la fortuna, para vivir sin tiempo y destruír a todos los destinos. Deseo regresar al útero y sentir el calor intenso del instante eterno nadando junto a mi, visitar las mismas puertas para volver a desear la vida.

1 comentario:

Pablofe dijo...

"...para volver a desear la vida." Como si todo el texto hubiese sido un preludio para la sentencia final, magistral.