11.6.06

Manchas.

Estas palabras manchan de negro aquella idea que no es idea. Palabras ciegas que buscan sin querer encontrar, que poco logran seducir con su torpe baile al vacío y la nada. Estas palabras suicidas se lanzan al vacío, pero antes del suelo el viento las incluye en su viaje eterno. Viven ocultando su simpleza, convencidas de la vacuidad de su propio sentido y perdidas porque aún buscan. Su tinta negra es la sangre de mi vida. Estas palabras, desesperadas, indican a todos allí donde no se puede indicar; intentan poner su dedo sobre el íntimo centro de lo fragmentario y fracasan, tal como el hombre que busca en los ojos de su amada su última respuesta y se encuentra con un líquido reflejo de su rostro preguntando.

¿Cómo escribir acerca de la tierra, si somos tierra?
¿Cómo hablar de nuestra sombra mientras se mira el Sol?
¿Cómo decirle a todos que no creo en las palabras?

1 comentario:

De paso dijo...

Todo todo todo es un gran invento para poder sacar lo que sea que nos construye. Sirve, pero no es suficiente. No hay para qué creerles, sino saber usarlas, creo.

O sea, mirarse al espejo con herramientas. Por este lado no hay mucho más que eso: una desdibujada imagen de lo que somos. O lo que podríamos ser... o lo que jamás llegaremos a saber que somos...

Al final es sólo un juego. Anda a saber tú de quién.